miércoles, 29 de noviembre de 2006
martes, 28 de noviembre de 2006
Rabindranath de resaca
"La euforia que entonces conoce no procede de su interior; es prestada y responde a la presencia de los invitados, al espéctaculo de las ornamentaciones, las luces y las flores, al ambiente de charla, música y cantos.
En la excitación que resulta de ello, nadie es consciente de vivir un placer ficticio. Sin embargo, cuando las flores se marchitan, cuando las luces se apagan y los invitados se retiran, todos, presa de un profundo vacio, sienten desfallecer su corazón."
Rabindranath Tagore
De la espiritualidad en el alma
viernes, 24 de noviembre de 2006
Cogerás algo malo con esos vasos. Pero en fin, si estás decidido, pídeme a mí un coñac, ¿de acuerdo?
La señora Reilly hizo una señal al camarero, que salió de entre las sombras y preguntó:
-¿Y qué fue lo que le pasó en aquel autobús, amigo? No entendí el final de la historia.
-¿Tendría usted la bondad de atender el bar como es debido?-dijo Ignatius furioso-. Su obligación es servir en silencio lo que le pidan. Si quisiéramos incluirle a usted en nuestra conversación se lo habríamos indicado.
-El señor solo pretende ser amable, Ignatius. Debería darte vergüenza.
-Eso es contradictorio en si mismo. Nadie puede ser amable ni bueno en un antro como éste.
-Queremos otras dos cervezas.
-Una cerveza y un coñac- corrigió Ignatius.
-No hay más vasos limpios- dijo el camarero.
-Vaya que lástima- dijo la señora Reilly-. En fin, podemos usar los mismos que tenemos.
El camarero se encogió de hombros y se perdió de nuevo en las sombras.
John Kennedy Toole
La conjura de los necios
La señora Reilly hizo una señal al camarero, que salió de entre las sombras y preguntó:
-¿Y qué fue lo que le pasó en aquel autobús, amigo? No entendí el final de la historia.
-¿Tendría usted la bondad de atender el bar como es debido?-dijo Ignatius furioso-. Su obligación es servir en silencio lo que le pidan. Si quisiéramos incluirle a usted en nuestra conversación se lo habríamos indicado.
-El señor solo pretende ser amable, Ignatius. Debería darte vergüenza.
-Eso es contradictorio en si mismo. Nadie puede ser amable ni bueno en un antro como éste.
-Queremos otras dos cervezas.
-Una cerveza y un coñac- corrigió Ignatius.
-No hay más vasos limpios- dijo el camarero.
-Vaya que lástima- dijo la señora Reilly-. En fin, podemos usar los mismos que tenemos.
El camarero se encogió de hombros y se perdió de nuevo en las sombras.
John Kennedy Toole
La conjura de los necios
martes, 21 de noviembre de 2006
UN CIGARRILLO, DOS CIGARRILLOS
-Nada.
-Andá, no seas malo.
-Dame un cigarrillo.
-Esperá, no apagues.
-Quiero decir que un buen día, lo buscas y no está. Quiero decir: perdés a Dios como se pierde una cosa. Algo que se cae del bolsillo. Como se pierde un encendedor, así.
-Pero... Mariano. Estás triste. Te vino la tristeza.
-No
-No que?
-No estoy triste.
-Si estás.
-Sí. Estoy.
-No hay que hablar tanto.
-No.
-Uno no debería.
Eduardo Galeano
La canción de nosotros
domingo, 19 de noviembre de 2006
miércoles, 15 de noviembre de 2006
lunes, 13 de noviembre de 2006
RABINDRA NO CONOCIÓ A DURITO......
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